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  Estudio Jurídico Dr. Héctor Edgardo Barberis
  Influencia de las normas económicas en la salud de los argentinos periodo 2002-2006
 

TEMA:  INFLUENCIA DE LAS NORMAS ECONÓMICAS EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD (2002-2006)

 

PREGUNTA PROBLEMA:

 

¿La crisis económica habida en Argentina en el periodo 2002-2006, produjo algún tipo de afectación a la salud pública?

 

HIPÓTESIS: 

 

La hipótesis que proponemos es que la crisis económica habida en la Argentina en el periodo 2002-2006 incrementó las estadísticas de morbi-mortalidad de la población, produciendo un quiebre al alza de las tasas de suicidios y muertes por enfermedades directamente relacionadas con fenómenos súbitos como lo fueron los cambios económicos de ese momento histórico.-

 

OBJETIVO GENERAL:

 

Establecer si se verifica una relación causa-efecto entre las medidas económicas del periodo 2002-2006 y un posible aumento de las tasas de mortalidad en el mismo lapso.-

 

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 

1)    Detallar los programas, si existieron, que se desplegaron desde el Estado para afrontar el aumento del número de suicidios y enfermedades que se disparan en momentos de crisis.-

 

2)    Identificar si existió un paralelo entre la tasa de suicidios y las tasas de muerte por infarto de miocardio o accidentes cerebro-vasculares o cánceres.-

 

3)    Comparar las tasas generales de mortalidad en el periodo bajo estudio con las tasas habidas en los diez años anteriores, para establecer si reflejan estabilidad o diferencias.-

 

4)    Identificar si otras patologías siguieron el mismo ritmo de aumento que tuvo la tasa de suicidios.-

 

DISEÑO DE INVESTIGACIÓN:

 

            El diseño de investigación fue de tipo exploratorio.-

Se trabajó con técnicas cualitativas (tres entrevistas a profesionales médicos con puestos de importancia en organizaciones dedicadas a las cuestiones bajo estudio) a fin de establecer cuál fue la percepción de los involucrados y cuantitativas (examen de estadísticas oficiales o trabajos de organizaciones e investigadores especializados).-

            Las estadísticas que se usaron  fueron las correspondientes a toda la población argentina, atento que excedería el marco de este trabajo estudiar grupos de habitantes, (por ejemplo edad o sexo), o espacios geográficos determinados (una provincia determinada).-

            Se buscaron causalidades o series que denotaran dichas causalidades.-

            En la elección del método que podríamos llamar “mixto” se intentó un acercamiento al tema a través de las entrevistas, tomando los datos emergentes de las mismas como datos primarios.-  Esta estrategia de investigación constituye en palabras de Morse citado por Vasilachis de Gialdino: (2007; 27)

            “…un modo particular de acercamiento a la indagación; una forma de ver y una manera de conceptualizar…”.-

Las entrevistas fueron semi dirigidas, con una serie de interrogantes disparadores que permitieron que los profesionales expusieran la problemática que vivieran en la época bajo estudio.-

Las tablas estadísticas usadas fueron las oficiales obtenidas de las publicaciones del Ministerio de Salud de la Nación y el INDEC -datos secundarios- .-

 

 

INTRODUCCIÓN:

 

            En fecha 29 de Agosto de 2001 y con el fin de evitar que el Estado Argentino volviera a repetir la situación que se creara con el que se conociera como “Plan Bonex” cuando se tomaron los depósitos bancarios de empresas y particulares por sobre un cierto monto y se entregaron bonos del Estado en forma compulsoria, se votó la que se conocería con el nombre de “Ley de Intangibilidad de los Depósitos”.-

            Esa norma había sido aprobada por la Cámara de Diputados de la Nación y posteriormente fue también votada por unanimidad por la Cámara de Senadores en la fecha más arriba indicada.-

            Por ese cuerpo legal se intentaba garantizar a los depositantes bancarios que el dinero existente en sus cuentas de ahorro y corrientes no iba a ser objeto de ningún tipo de medida de gobierno que impidiera su libre disponibilidad.-

            Se reconocía que los dineros depositados en cuentas bancarias de entidades financieras reconocidas por el Banco Central eran “intangibles” esto es, que no debían ni podían tocarse.-

            Esa medida se dio en el marco de una situación económico-financiera desastrosa en que se encontraba el sistema para mediados del año 2001, y como manera también de calmar los ánimos de los agentes económicos que veían cómo se fugaban los fondos del sistema fuga que se estimaba en dieciocho mil millones durante los primeros once meses del año 2001[1].-

En la página de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación [2] se  publicaba un sumario para explicar en qué consistía la “intangibilidad”:

LA INTANGIBILIDAD ESTABLECIDA EN LA PRESENTE LEY CONSISTE EN: EL ESTADO NACIONAL EN NINGUN CASO, PODRA ALTERAR LAS CONDICIONES PACTADAS ENTRE EL/LOS DEPOSITANTES Y LA ENTIDAD FINANCIERA, ESTO SIGNIFICA LA PROHIBICION DE CANJEARLOS POR TITULOS DE LA DEUDA PUBLICA NACIONAL, U OTRO ACTIVO DEL ESTADO NACIONAL, NI PRORROGAR EL PAGO DE LOS MISMOS, NI ALTERAR LAS TASAS PACTADAS, NI LA MONEDA DE ORIGEN, NI REESTRUCTURAR LOS VENCIMIENTOS, LOS QUE OPERARAN EN LAS FECHAS ESTABLECIDAS ENTRE LAS PARTES”.

Se destacaba en su articulado la mención que la ley era de “orden público” que significa que entre las partes no se pueden pactar acuerdos o condiciones en contra de sus disposiciones.

A pesar de la vigencia de la ley que ordenaba la intangibilidad de los depósitos y su declaración como ley de “orden público”, el gobierno de Fernando de la Rúa con su ministro de economía Domingo Cavallo dicta con fecha 1ro. de Diciembre de 2001 el decreto 1570/2001, el que en su artículo 2do. inc. a) prohibía los retiros de las cuentas bancarias de sumas superiores a los doscientos cincuenta pesos o dólares semanales por persona y por entidad bancaria.-

Y en su artículo 9º también determinaba que el decreto era de “orden público”, lo que parecía una triste burla a la ciudadanía a la que se había engañado y especialmente a los operadores del derecho por la burda transgresión de que era objeto la ley de intangibilidad de los depósitos.-

Ese mecanismo de apropiación de fondos, prácticamente una confiscación de los mismos,  pasó a la historia económica de la Nación con el nombre del “corralito financiero” término que acuñara un periodista especializado en cuestiones económicas.-

A partir de ese momento los depositantes intentaron buscar las grietas del sistema y así, dado que el decreto hablaba de depósitos de una persona en una entidad financiera, comenzó una febril carrera para abrir cuentas bancarias de diversas entidades del sector y realizar transferencias entre ellas para poder sacar de cada una los dólares o pesos autorizados por semana, sistema que igualmente no evitó que quedara retenida en los bancos y entidades financieras una importante masa de dinero de particulares y empresas.-

El público golpeaba y pintarrajeaba las puertas de los bancos como forma de expresar su impotencia frente al despojo de que era objeto.-

Mientras todo esto sucedía, la Nación decrecía su gasto en salud dejando inermes a grandes capas poblacionales.-

Según la información brindada por la Organización de Naciones Unidas para la Salud (WHO) [3], mientras la media normal del gasto en salud en la región osciló desde los 1.500 millones de dólares en el año 1995 á 3.500 millones en el año 2010, en Argentina la media para el periodo fue de 500 millones con una tendencia a la baja (aprox. 450 millones) en el lapso comprendido entre los años 2000 y 2005.-

En suma, la Argentina gastaba aproximadamente un tercio en promedio de los montos que desembolsaban otros países de la región y nada hacía para hacer más soportable el trauma que las medidas económicas habían producido en la población.-

Esa falta de programas que acompañaran la salud de los ciudadanos que estaban siendo infligidos en sus patrimonios por las normas económicas dictadas determinó un importante aumento de las enfermedades que podríamos llamar relacionadas con el trauma y también de la tasa de suicidios que alcanzó un tope máximo en el año 2003 a partir del cual comenzó a bajar.-

Ese perverso mecanismo de apropiación de los fondos de los particulares por parte del Estado, que fuera suavizado en parte por la admisión de muchísimos recursos de amparo llevados a cabo en la Justicia (más de ciento sesenta mil en todo el País),  produjo un incremento desmesurado e inusual de las enfermedades mentales y de las tasas de suicidio [4] que se mantenían más o menos estables desde 1995, conforme lo publica el propio gobierno argentino en su página institucional.-

En lo estrictamente científico se pretende con el presente trabajo determinar si además de la enfermedad mental y los suicidios, la misma tendencia estadística se exhibe en las tasas de enfermedad cardíaca relacionada (básicamente los infartos agudos de miocardio y los accidentes cerebro-vasculares), y aumento de los cánceres en relación temporal con las medidas económicas tomadas.-

Establecer además si el Estado Nacional desplegó programas adecuados para la contención de la problemática, tomando los datos que emite el Ministerio de Salud de la Nación.-

En suma cómo afectó a la sociedad en su salud, el proceso económico que se iniciara con el malhadado “corralito financiero”.-

En lo que podríamos entender como una cuestión ética se intenta con la tarea dar una voz de alerta a aquellos profesionales o técnicos que tienen la posibilidad de cambiar o marcar el rumbo de millones de personas a través del dictado de normas jurídicas, especialmente normas de tipo económico que pueden operar como disparadores de patologías que lleven al óbito a quienes un momento antes vivían una existencia diríamos normal o común que era el fruto de su trabajo o del esfuerzo compartido de muchas personas.-

Básicamente porque detrás de los fríos números de la economía se cobijan seres humanos cuya vida actual, su futuro y el futuro de todos aquellos que de él o ella dependen, puede cambiar en forma abrupta e impensable de un momento para otro.-

El Estado que debería protegerlos se convierte en su carcelero o su verdugo, ciego, al clamor de los ajusticiados.-

Asimismo y por último, el trabajo intenta responder sobre el carácter social de los procesos económicos, denominación del taller teórico que se cursara en el primer cuatrimestre del año 2013.-

 

MARCO TEÓRICO:

 

El panorama que viviera la Argentina a partir del último trimestre del año 2001, y especialmente en el año 2002, no resulta de una floración espontánea sino que fue el producto casi natural de las medidas económicas que se tomaran en la década de los ’90.-

El Policy Paper Nº 5 publicado por The Observatory Argentina, se consignaba, citando a Damill, Frenkel y Maurizio y refiriéndose al periodo de la postconvertibilidad que:

“Los indicadores sociales como la tasa de desempleo y los índices de pobreza e indigencia, que habían empeorado considerablemente a los largo de los años noventa, sufrieron un marcado deterioro adicional en este periodo, principalmente como resultado de la caída de los ingresos reales provocada por la suba de los precios tras la devaluación” (2005; 6)

Sin embargo para el sociólogo no resulta vano recordar que detrás de las cifras hay seres humanos.-

El estudio pormenorizado de las respuestas dadas por la población en relación a la salud y a su pérdida, especialmente por las mujeres que son consideradas como las “cuidadoras” de los grupos familiares, coinciden en entender a la enfermedad como un “acontecimiento puntual y accidental”, lo que hace que:

“La situación de enfermedad (sea) es aceptada con naturalidad; forma parte del ambiente en un marco de carencias y dificultades”. (Biagini; 2)

Las enfermedades no aparecen relacionadas con causas claras o identificables:

“Las enfermedades están ahí, forman parte del contexto”  (Biagini; 3)

Podría interpretarse como algo que tiene vida propia e independiente de lo que cada individuo haga, piense o sienta.-

Sólo se mira la enfermedad, según esta autora, cuando la misma resulta irreversible y afecta en forma directa al cuerpo.-

Es ahí cuando aparece el cuerpo, como concepto fisiológico pero también sociológico, que será distinto para cada comunidad.

“Las representaciones de la persona y las del cuerpo, corolario de aquellas, están siempre insertas en las visiones del mundo de las diferentes comunidades humanas”  (Le Bretón, David; 27)

No parecería haber, en esas concepciones una relación con ningún otro elemento de la realidad.-

Mi cuerpo, que es mi herramienta de trabajo, de subsistencia, sólo será escuchado cuando se vea afectado por una enfermedad irreversible.-

Mientras tanto la enfermedad está allí, separada de mí y del resto del contexto y sucede simplemente como una alternativa más de la vida.-

¿Será cierto que existe una relación directa entre mi cuerpo y la enfermedad que se da sólo entre estos dos términos y fuera de toda otra causalidad?.-

No parece que así sea, y el desarrollo científico y tecnológico nos ha demostrado que la enfermedad no resulta sino de múltiples factores que interactúan entre sí.-

Entre esos factores, los sociales, ocupan un lugar tan preponderante como lo podrían ser los demás al obrar como disparadores de otros condicionantes en una suerte de círculo.-

En el señalamiento de estos condicionantes, también se han dado posturas divergentes entre los grupos dependientes de las organizaciones internacionales, básicamente la Organización Mundial de la Salud y su Comisión de Determinantes Sociales de la Salud, y otros grupos, básicamente latinoamericanos tales como la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES).-

Para esta última:

La CDSS parte de un esquema general de la determinación social de la enfermedad que coincide y recupera el enfoque de la epidemiología social europea”  (ALAMES; pág. 2)

ALAMES se opone a las explicaciones que ha dado la epidemiología social europea y sus construcciones teóricas sobre las enfermedades y sus causas.-

Se le critica a dicha postura el haber reducido la cuestión a dos tipos de determinantes, los que llama estructurales y los determinantes intermediarios que son afectados por aquellos.-

“Según el modelo, los determinantes estructurales están conformados por la posición socioeconómica, la estructura social y las clase sociales; de ellos depende, se entiende, el nivel educativo que influye en la ocupación y este último en el ingreso.” (ALAMES; pág. 2)

Por tanto, para esta corriente de la estratificación socio-económica deriva la relación entre escolaridad, ocupación e ingreso y aún el género y la etnia (conf. en lo general ALAMES; 5).-

Para la Medicina Social Latinoamericana (MSL) la categoría fundamental para entender el proceso de cómo afectan la salud los determinantes sociales pasa por la “desigualdad socioeconómica” originada en las relaciones de explotación que emergen del proceso de producción.- Es un proceso que se da dentro de las clases sociales.-

Unas clases como grupos, se apropian del trabajo de otros grupos lo que determina que ocupen lugares diferentes en la estructura social.-

Esa diferente posición en la escala social por pertenencia a una clase determinada afectará también la forma en que cada individuo se termina relacionando con las esferas de dominación y poder.-

Esa apropiación del poder y su concentración en manos de una clase social configura una forma de “inequidad” que la MSL considera un término cercano pero no igual a “desigualdad” antes bien a esta última como un producto de aquella, y por tanto, una situación a resolver para superarla.-

Sin embargo creemos que en el caso sub-examine del “corralito financiero”, las inequidades afectaron verticalmente a toda la sociedad argentina ya que, salvo contadas excepciones que tienen que ver con posicionamientos económicos o mayor acceso a la información oficial, la retención de los fondos depositados en los bancos del sistema financiero argentino, afectó a grandes y pequeños inversores, es decir a todas las clases sociales.-

Desde la gran empresa hasta el ama de casa que pensando en su futuro atesoraba en el banco dólar sobre dólar, bien que la diferencia podría haberse dado en el respaldo que cada clase social tuvo en la emergencia, o la conducta que luego desarrolló como respuesta a la crisis.-

Por ello el estudio de la situación de salud puede darnos un indicio de la afectación que produjeron en todas las clases sociales en su conjunto, las normas económicas dictadas en el atardecer del año 2001 y principios del 2002.-

Plano en el que fue muy significativo el cambio operado en la sociedad argentina por el abandono de la convertibilidad es el del trabajo, donde los salarios reales de los trabajadores cayeron en forma abrupta en su poder de compra que se venía manteniendo en la década de los ’90, por el bajo costo de los alimentos que Argentina producía y exportaba.-

Así dice Arceo et al que esto le permitió al empresariado:

“…el sector empresario,…pudo reducir significativamente los salarios sin afectar profundamente la capacidad adquisitiva de los mismos.” (Arceo; 7)

Situación que cambió con el abandono de la convertibilidad que produjo además y simultáneamente una devaluación de la moneda en el año 2002:

“Esta situación cambió abruptamente con la devaluación de la moneda en el año 2002 y el posterior reacomodamiento de la estructura de precios relativos, lo cual produjo una inmediata caída en el salario real…” (Arceo et al; 7)

Esa realidad de un salario reducido casi en un cuarenta por ciento de su valor de compra se conjugaba con un sistema de leyes laborales que se autodenominaron “de flexibilización laboral”.-

De ese escenario decía Susana Belmartino que:

“El nudo crítico en esa hegemonía radicó en el proyecto de flexibilización laboral, que enfrentó serias resistencias para ser aprobado en el Congreso. Existen fuertes presunciones en torno a que la desregulación de las obras sociales fue postergada y luego debilitada como parte de una negociación con el sindicalismo en pro de ese objetivo considerado más significativo en el  programa de transformaciones”  (Belmartino; 169)

A esa situación que vivía el Pueblo argentino en el lapso previo al año 2002, pero que marcó a fuego ese periodo pues obró como condición necesaria de la crisis económica, se sumaba lo que Gaggero y Grasso llamaban “impotencia y desvaríos específicos de la política fiscal” en los siguientes términos:

“Cuando la historia fiscal de las últimas tres décadas sea escrita podrá quizás develarse más claramente el derrotero signado por la inequidad social, la impotencia estatal y el notable proceso de disolución nacional que ha sufrido la Argentina durante este último período”  (Gaggero-Grasso; 50).-

A ese panorama se sumó también el dictado de una ley de accidentes del trabajo que intentó y logró en un primer momento, reducir el riesgo económico de las empresas en desmedro directo de los derechos de los trabajadores, que vieron mermadas sus posibilidades económicas frente al infortunio de un accidente de trabajo.-

Lo Vuolo (2001-45) decía sobre el plan de convertibilidad que estaba vigente en Argentina desde el año 1991 que:

“…V) se cambió toda la legislación laboral, reduciendo la estabilidad en el puesto de trabajo, incorporando figuras de empleo por tiempo parcial (promocionadas fiscalmente) bajando los costos de contratación y despido, aliviando las responsabilidades del empleador frente a los riesgos laborales”  (2001; 45).

La sombra del desempleo sobrevolaba todos los hogares argentinos que ingresaban en el periodo post-convertibilidad, básicamente por el proceso de privatizaciones casi salvaje que se produjo en la década de los ’90, y que dejó grandes masas de población al descubierto socialmente.-

Jorge Schvarzer pronosticaba que:

“La situación futura de los trabajadores expulsados del sistema (durante la privatización o después de ella) plantea una cuestión diferente. Esos trabajadores deben encontrar una fuente de empleo fuera del sector, posibilidad que depende, a su vez, del dinamismo de la economía nacional. …de lo contrario estarán condenadas a la marginación” (2004-

165).

En el periodo bajo estudio (2002-2006) se produjo además una apropiación de la renta comercial por las cincuenta empresas más importantes del País, que elevó su participación en el reparto de 14.915 millones de pesos en el año 2002 á 20.703 en el año 2006, es decir casi un cuarenta por ciento más (40%)  en un corto lapso de cuatro años.-

Esa apropiación se llevó a cabo a costa del resto de la economía que, recibiendo del saldo comercial un monto positivo de 1.746 millones de dólares en el año 2002 pasó a un monto negativo de 8.310 millones de dólares en el año 2006.-

Entretanto el costo laboral real para el mismo periodo aumentó sólo alrededor del 20% lo que configuró una apropiación aún mayor de la renta por parte de las empresas dominantes, ya que cobraban más por sus productos y servicios y pagaban menos por los recibidos.-

Todo ello enmarcado en una caída pronunciada del saldo comercial que en el periodo tuvo tasas positivas pero decrecientes, para pasar a ser negativas en el periodo que se inicia en el año 2007 (conf. datos Ortiz, Ricardo y Schorr, Martín (2007).-

Resumiendo, la sociedad argentina ingresa en el periodo que intentamos estudiar con salarios deprimidos, sin estabilidad laboral, con indemnizaciones mermadas para el caso de un despido, alta tasa de desempleo con su consiguiente desamparo ante la enfermedad por la carencia de obras sociales, con una política fiscal retrógrada, con sus ahorros congelados pero en realidad virtualmente confiscados, en el marco de un País en franco proceso de disolución.-

Veremos qué respuesta dio la población, desde su salud, a este estado calamitoso de cosas.-

 

 

EL MATERIAL BAJO ANÁLISIS:

 

Si consideramos que el suicidio, después de los medulares estudios de Emile Durkheim, resulta un hecho de naturaleza social, no puede dejarse de lado la consideración que otras patologías también lo pueden ser aunque su manifestación sea absolutamente personal y su respuesta fisiológica inmediata o mediata.-

Como se dijera se trabajó con sólo tres áreas de enfermedades que se pensaban podían dispararse en forma casi automática frente a un estímulo exterior, cuanto menos así puede colegirse de la doxa y de la empiria médica pero mucho más del sentido común.-

 

“Nada hay más dogmático paradójicamente que una doxa, conjunto de creencias fundamentales que ni siquiera necesitan afirmarse en forma de dogma explícito y conciente de sí mismo.” (Pierre Bourdieu). [5]

 

                Esas áreas fueron la de salud mental, la oncología y la cardiológica.-

                Y dentro de las mismas se observaron: en la salud mental las variables suicidios y trastornos mentales y del comportamiento debidos al uso de alcohol y al resto de los trastornos mentales y del comportamiento sin uso de sustancias.-

                En el área oncológica se utilizaron las estadísticas de muerte por cánceres de mama y de próstata por ser los de mayor significación en mujeres y hombres respectivamente según el entrevistado.-

                En el área cardiológica se revisaron los infartos agudos del miocardio y las enfermedades cerebro-vasculares.

 

                EXAMEN DE LAS ENTREVISTAS:

 

                Examinamos las entrevistas y a renglón seguido miramos los cuadros estadísticos correspondientes a cada item.-

               Comenzamos exhibiendo las tasas de mortalidad general.-

                La ventaja metodológica de utilizar una tasa es que nos permite efectuar una comparación ajustada al aumento de la población que no se refleja en los demás cuadros.-

                Además, para permitirnos ver qué sucedía antes y qué sucedió después del periodo bajo estudio sumamos al cuadro respectivo los guarismos correspondientes a los años 2001, y las posteriores 2007 á 2011, última publicada en la página oficial del Ministerio de Salud de la Nación.-

                Esa tasa tiene dos momentos que sobresalen en el periodo, la correspondiente al año 2003 y la correspondiente al año 2008, aunque este alza no es motivo de esta investigación.-

    A nuestros efectos alcanza con detenernos en la primera parte del cuadro para ver que entre los años 2002 y 2004 es cuando se refleja un aumento importante en la tasa de mortalidad general para luego bajar pero que se vuelve a incrementar en el periodo 2008/2009 lapso fuera de nuestra consideración.-

                                         La tasa de mortalidad en Argentina osciló en los últimos diez años en un guarismo oscilante entre el 7,5%o y el 7,7%o, pero en el lapso 2001/2003 se produjo un quiebre al alza que llegó al 8%o, lo que significa en números absolutos que murieron un 5,33% más de habitantes que la media anual.-  Ese porcentual significa que murieron algo más de 16.120 personas por sobre la media histórica anual para el periodo.-

                 En números absolutos la mortalidad general correspondiente al periodo bajo estudio (2002-2006), como no podía ser de otra manera repite el algoritmo.

           La tabla que se exhibe más arriba muestra la mortalidad total habida en el periodo bajo tratamiento.-

           Como se aprecia a simple vista, se produce entre el año 2002 y el 2003 un aumento de diez mil fallecimientos más que la media que se observaba en el periodo previo. Veremos que la forma que toma la curva se asemeja mucho a las correspondientes a la mayoría de las patologías que eligiéramos.

 

 

               LAS VARIABLES ESTUDIADAS:

 

               LA ENFERMEDAD MENTAL:

 

               El disparador de este trabajo fue el increíble incremento de la tasa de suicidios habida en el año 2003 cuando la crisis económica-social arreciaba ya que las medidas de restricción que se conocieron con el eufemismo  “corralito financiero” si bien morigerado a fines del año 2002 no terminó con la problemática que se había instalado en el País donde una gran cantidad de población debió recurrir a la Justicia para tratar de salvar sus ahorros confiscados por el Estado Nacional con cierta complicidad de los bancos integrantes del sistema financiero.-

               Muchos de esos bancos como el Banco Macro, por ejemplo, resistieron incluso las medidas judiciales que le ordenaban la entrega parcial o total de los ahorros en dólares estadounidenses de sus clientes.

               ¿Qué nos muestran los números sobre fallecimientos por suicidio?

                         

 

                El derrotero de la curva de abscisas resulta casi una copia de la tasa de mortalidad y de la mortalidad total habida en el periodo.-

                Entre el año 2002 y el 2003 la cantidad de suicidios aumentó un 10,41% para luego bajar en el año 2004 aproximadamente un 5%.-

                Nunca retornó en el periodo al guarismo inicial.-

                En el año 2003 significó que se estaba suicidando en promedio un argentino/a diariamente.-

 
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